Bruselas, la capital de Bélgica, es una ciudad cosmopolita y multicultural que alberga numerosas instituciones de la Unión Europea y la OTAN. Los turistas son atraídos aquí por el casco histórico, numerosos museos y el Atomium y Mini Europa Park ubicados en los suburbios.
La ciudad fue fundada en el siglo X y fue la capital del Brabante histórico. Se desarrolló como un próspero centro de comercio y tejido. El encaje y la cerveza locales eran conocidos en toda Europa, y desde el siglo XVIII también el chocolate. Hoy en día, estas tradiciones son recordadas por los museos dedicados al encaje, la cerveza y el chocolate, así como por numerosas tiendas y fábricas donde se pueden adquirir estos productos. También es imposible contar los bares y pubs donde se sirve cerveza belga.
El centro de Bruselas se formó en la época medieval. Se concentra alrededor de la Gran Plaza, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con un ayuntamiento gótico y pintorescas casas de vecindad construidas entre los siglos XIII y XVIII. Sus fachadas están decoradas con símbolos que les dieron su nombre, como la Casa bajo el Cisne. En diciembre, el famoso mercado navideño tiene lugar en la plaza. En las calles circundantes, no solo se pueden ver casas de vecindad históricas, sino también una catedral gótica monumental y la Casa del Rey del siglo XVI, que ahora alberga el Museo de la Ciudad.
El objeto más famoso de Bruselas y su símbolo es la figura de un niño que hace pis, Manneken Pis, de 1619, que se viste con trajes históricos o folclóricos en varias ocasiones. Los turistas también suelen ir a los suburbios, donde se puede ver una enorme maqueta del átomo llamado Atomium, en la cima del cual hay un mirador y el parque en miniatura Mini Europa Park con los edificios más importantes de todo el continente. Los amantes del arte callejero encontrarán muchos murales inspirados en cómics en Bruselas.
