Cascais es uno de los complejos turísticos más importantes de la costa atlántica de Portugal. El casco histórico al pie de la ciudadela monumental se combina a la perfección con el desarrollo recreativo moderno, y la zona está llena de playas de arena.
Hasta el siglo XIX, Cascais era solo uno de los muchos pueblos de pescadores ubicados a varias docenas de kilómetros de la ciudad capital de Lisboa. Todo cambió cuando la familia real eligió el pueblo como destino de vacaciones de verano. A continuación, representantes de la aristocracia y los habitantes más ricos de la capital llegaron a Cascais, construyeron sus villas y financiaron la construcción de pensiones de alto nivel.
Aunque ha pasado algún tiempo desde la época en que la ciudad acogía solo a turistas de la más alta sociedad, aún conserva el carácter de un resort exclusivo. El centro es un pintoresco casco antiguo con la principal calle peatonal, la calle Frederico Arouca, la Iglesia de la Asunción de la Virgen María y el ayuntamiento.
Un importante monumento del pueblo se encuentra en las cercanías de la Ciudadela de Cascais, rodeado por el Parque Marechal Cremona y decorado con azulejos, el palacio del comerciante de tabaco Jorge O'Neill de principios del siglo 20. Alberga el Museo Condes de Castro Guimarães.
Los mayores atractivos de Cascais están relacionados con la naturaleza recreativa de la ciudad. Hay varias hermosas playas de arena con diversos grados de desarrollo. Algunos ofrecen hamacas, sombrillas e instalaciones para comer, otros permanecen salvajes. Las más famosas son la Playa de los Pescadores, la Playa Conceição, la Playa Cresmina, la Praia da Rainha, la Playa Duquesa y la Playa Grande Guincho, apreciadas por los amantes del surf.
La vida social del complejo se centra en el paseo marítimo Passeio de Dom Luís I y en las inmediaciones de Marina Cascais. Un lugar popular para pasear es el Parque Visconde da Luz, la Duna Cresmina, la atracción paisajística más famosa ubicada aproximadamente a 2 km del centro del pueblo, una formación rocosa y una cueva marina colapsada, Boca do Inferno.
