La plaza de la Bolsa de Boreaux es un modelo de trazado urbano del siglo XVIII. La plaza en forma de herradura con una superficie de más de 3.000 metros cuadrados está rodeada de edificios públicos monumentales de estilo neoclásico. Actualmente, una gran parte de la plaza está ocupada por una fuente. Gracias al agua que fluía y a la superficie constantemente húmeda del cuadrado, se logró el efecto espejo.
La plaza se trazó a mediados del siglo XVIII. Sus edificios fueron utilizados, entre otros, por los constructores de San Petersburgo. El desarrollo monumental de la plaza está creado por dos edificios gemelos con arcos de la antigua Bolsa de Valores y el Hotel Fermes. Tienen fachadas simétricas con hileras de ventanas. Están cubiertos con techos abuhardillados.
A principios de los siglos XX y XXI, la plaza ganó un nuevo atractivo. Es una fachada empotrada en su superficie, de la que fluyen agua y agua nebulizada. Cuando hace calor, es una excelente manera de refrescarse. Al mismo tiempo, el agua que cae sobre el cuadrado hace que toda su superficie parezca un espejo. Los edificios que rodean la plaza se reflejan en ella, dando la impresión de tridimensionalidad.