Aarhus es la segunda ciudad más grande de Dinamarca. Se encuentra en la Ruta europea del gótico de ladrillo, y su casco antiguo es un museo vivo al aire libre que consta de 3 tierras que muestran la vida de los habitantes en los siglos XIX y XX.
Un asentamiento comercial en la desembocadura del río Aros hacia el mar ya existía en el siglo 9. Con el tiempo, comenzó a crecer hasta convertirse en uno de los principales puertos y centros comerciales de Dinamarca. Hacia el año 1200 se erigió aquí la catedral más grande de Dinamarca, inicialmente románica, que tras la reconstrucción del siglo XV adquirió un aspecto gótico. Aquí se guardan las reliquias del santo local Niels, y en su interior se puede admirar un altar gótico de cuatro alas realizado por Bernt Notke.
El casco antiguo de Aarhus, Den Gamle By, es hoy un museo viviente al aire libre donde la vida continúa con su propio ritmo. Se divide en tres zonas, del siglo XIX, del período de entreguerras y de la década de 1970. Aquí se ha recreado en detalle la apariencia de casas, comercios y calles de períodos particulares. Los carruajes tirados por caballos y los coches de época se deslizan por las calles, y en las casas se pueden ver equipos de los años determinados.
Como segunda ciudad de Dinamarca, Aarhus también tiene su sede real. Es el Palacio de Marselisborg, rodeado de vastos jardines, frente a los cuales tiene lugar un cambio ceremonial de guardia. Cuando la familia real está fuera de la residencia, los turistas pueden pasear por sus jardines y su parque.
Aarhus también es conocida por sus museos. Los más importantes son el Museo Vikingo con reconstrucciones de la vida en la Alta Edad Media y el Museo de Arte, que exhibe colecciones de arte danesas desde el siglo XVIII hasta la actualidad. En el techo de este último, hay una plataforma de observación del arco iris que le permite ver la ciudad a través de ventanas multicolores.