Las murallas de la ciudad de Dubrovnik se consideran una de las estructuras de defensa más antiguas y mejor conservadas del mundo. Fueron construidos a lo largo de varios siglos: las primeras fortificaciones se levantaron ya en el siglo VIII, y las murallas defensivas se obtuvieron en el siglo XVI en su forma conservada. Tienen 1940 metros de largo y un paseo por ellas es una de las atracciones turísticas más populares de Dubrovnik.
En un tramo de menos de dos kilómetros de murallas se erigieron cinco baluartes, tres torres redondas y doce torres cuadradas. En el sistema de defensa de Dubrovnik también se encuentra la Fortaleza de St. John y dos fuertes fuera de las murallas: Lovrijenac y Revelin. Gran parte de las paredes descansan sobre rocas costeras, lo que dificulta aún más su escalada. El espesor de las paredes en el lado del mar varía de 1,5 a 3 m, mientras que en el lado de la tierra puede llegar a los 6 m.
Puede ingresar a las murallas de la ciudad a través de la Puerta de Pile, la Puerta de Ploče, en la Fortaleza de St. John y de St. Dominica. Las murallas rodean prácticamente toda la ciudad, y su altura alcanza los 25 m, lo que las convierte también en un gran mirador sobre el mar y el Viejo Dubrovnik. Un paseo por las murallas te permite conocer la ciudad con detenimiento, conocer su historia y los monumentos más importantes.