La capital y ciudad más grande de Alemania es un lugar con una rica historia y muchas atracciones turísticas. Su símbolo es la Puerta de Brandenburgo, construida a modo de arco triunfal. Los museos más valiosos con, entre otros, monumentos antiguos se encuentran en la Isla de los Museos.
Desde el comienzo de su existencia, Berlín jugó un papel importante en los países alemanes. Fue la capital de la marcha, el Reino de Prusia y el imperio. Después de la Segunda Guerra Mundial, pasó a formar parte de la RDA, pero la ciudad en sí se dividió en una zona de influencia estadounidense y soviética, que desde 1961 estaba separada por un muro. Sus restos son ahora uno de los atractivos turísticos que nos recuerdan los años del régimen comunista.
Berlín sufrió mucho en la fase final de la Segunda Guerra Mundial y sus edificios se levantaron en gran parte de las ruinas. Además de la Puerta de Brandeburgo, los edificios más importantes de la ciudad incluyen el edificio del Bundestag con una moderna cúpula de cristal, la Iglesia Conmemorativa del fin de la guerra y el Palacio de Charlottenburg en las afueras. Muchos turistas también se sienten atraídos por la Isla de los Museos, que incluye, entre otros El Museo de Pérgamo con colecciones de arte del Antiguo Oriente, el Museo Egipcio y la Antigua Galería Nacional.