Druskininkai es el balneario más grande e importante de Lituania. Hay yacimientos de aguas minerales y fangos terapéuticos, que se utilizan en numerosos sanatorios y un moderno Aquapark.
Las propiedades curativas de las aguas Druskininkai se describieron por primera vez en la segunda mitad del siglo 18. Fue entonces cuando el rey Stanisław August Poniatowski otorgó a la ciudad el estatus de balneario mediante un decreto especial. Sin embargo, se considera que el comienzo oficial del balneario es 1837, cuando el zar Nicolás I emitió una decisión sobre el reconocimiento del balneario.
La ciudad se convirtió en un centro turístico importante después de la Primera Guerra Mundial, y esto se debió a las múltiples estancias del mariscal Józef Piłsudski. Desde finales del siglo XIX y XX, se han conservado numerosas villas de madera y ladrillo en Druskininkai, como la Villa Imperial, Omega, Maur y la villa Kiersnowski, que ahora alberga el Museo de la Ciudad. Durante su visita a Druskininkai, también puede visitar la pintoresca Iglesia Ortodoxa del Icono de la Madre de Dios y la iglesia neogótica de Nuestra Señora del Escapulario.
La mayor atracción de Druskininkai son las aguas termales locales. Allí se encuentra el parque acuático más grande de Lituania y numerosos sanatorios. En el parque del balneario, puede ver espectáculos de fuentes multimedia, y para caminatas más largas, el Parque Vijūnėlė con un gran lago y una fuente en funcionamiento es un lugar perfecto. En los suburbios de Druskininkai, puede aprovechar el Snow Arena durante todo el año, donde en una gran sala hay senderos con nieve artificial para el esquí alpino y el snowboard.