Perpignan es una ciudad histórica donde se mezclan las influencias francesa y española. En el pasado fue capital del Reino de Mallorca y alberga un castillo real medieval.
Situada a los pies de los Pirineos, Perpignan es conocida como una de las ciudades más soleadas de Francia. En invierno, en particular, las temperaturas son agradables, que no suelen bajar de los 10 grados centígrados. La corta distancia del mar, los monumentos de diferentes épocas y los paisajes espectaculares lo convierten en una buena base para explorar la frontera franco-española.
En los siglos XIII y XIV Perpignan fue la capital del Reino de Mallorca. Alberga el Palacio Gótico de los Reyes de Mallorca, que ahora alberga un museo. Las antiguas fortificaciones de la ciudad incluyen Castillet, una pequeña torre conectada a un bastión, que se considera uno de los símbolos de la ciudad.
En el centro histórico se han conservado numerosas iglesias y monasterios, principalmente de la Edad Media. También puede ver los palacios y casas de vecindad de la ciudad, así como los restos del acueducto de Arcades.
La zona de Perpignan es muy atractiva para los turistas. Montañas por un lado, costa por el otro y paisajes pintorescos y una costa diversa. Todo ello posibilita la práctica del turismo activo aquí, como el senderismo o el ciclismo.