Locmariaquer es un pequeño pueblo de la costa bretona. Debe su fama a la acumulación de megalitos, que constituyen uno de los mayores cúmulos de este tipo de monumentos no solo en Francia, sino también en toda Europa.
La ciudad está rodeada de prados húmedos y pantanos con senderos para caminar. También hay un puerto desde el que los pescadores salen a pescar ostras. Sin embargo, el mayor atractivo de Locmariaquer y sus alrededores son los monumentos prehistóricos locales.
Los megalitos de Locmariaquer consisten en varios grupos que consisten en montículos, túmulos, tumbas, dólmenes y restos de círculos de piedra. Los más famosos son el Gran Menhir Er Grah, el Dolmen y el Montículo de la Mesa Mercantil, el Mojón y Tumulus Er Grah, Tumulus Mane Lud, el Dolmen Mane Rethual, el Dolmen Er Houel, el Montículo Mane-er-Hroueg, el Dolmen Kerlud, y la Tumba de Piedras Planas.