Ibiza es la capital de la isla del mismo nombre. Es un destino popular, especialmente entre los jóvenes, famoso por sus atractivas playas y su rica vida nocturna.
La ciudad tiene sus orígenes en la antigüedad, y durante la Edad Media hubo un gran puerto aquí. La Ciudad Alta, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Dalt Vila, está llena de monumentos que documentan la rica historia de Ibiza. La ciudad está rodeada por murallas defensivas del siglo XVI, y en su interior se puede ver un laberinto de calles pintorescas con casas blancas y de piedra. El monumento más valioso de la ciudad es la Catedral de Santa María La Mayor de Ibiza, del siglo XIII. En su sacristía se pueden ver colecciones de arte sacro y objetos litúrgicos de diferentes épocas.
Debajo de Dalt Vila hay dos distritos, Sa Penya y Marina. Ambos solían ser pueblos pesqueros separados, y hoy es aquí donde se concentra el entretenimiento y la vida nocturna de Ibiza. Sa Penya tiene hoteles, casas de huéspedes y numerosos clubes, así como una playa urbana bastante estrecha. Las personas que buscan mejores oportunidades para tomar el sol deben salir de la ciudad, donde se pueden encontrar lugares paradisíacos para relajarse en casi cada paso.
El distrito de la Marina, a su vez, se centra en el antiguo puerto pesquero. Hoy, Port d'Eivissa es un lugar animado y muy de moda con muchos pubs, bares y discotecas. Aquí se encuentran amarrados yates y barcos de excursión. El Park de la Pau también es un buen lugar para descansar en la parte baja del pueblo.
Las personas a las que les guste visitar pueden acudir a uno de los barrios más alejados de Ibiza, donde se encuentra la Necrópolis fenicia Puig des Molins del siglo VII a.C.