La historia de este castillo medieval se remonta al siglo 12. Fue construido en la ladera de una colina rocosa, desde donde se domina la zona. Actualmente, sus ruinas se pueden visitar tanto de forma individual como en grupo con un guía. Los visitantes serán recibidos por empleados con trajes de época y actuaciones interactivas.
Los senderos de aventura por los que los guía Emelyne la Bruja son un atractivo para los niños. Hay acertijos que resolver y tareas que realizar en el recorrido. También puedes bajar a las mazmorras del castillo. El recorrido toma de una a dos horas dependiendo del tema seleccionado.
Durante su historia, el castillo fue asediado y atacado varias veces. En el siglo XVIII se transformó de una enorme fortaleza en un palacio representativo y elegante. A partir del siglo XIX, el edificio comenzó a arruinarse cada vez más. Sus sucesivos fragmentos fueron demolidos sistemáticamente con el fin de obtener nuevo material de construcción.