Praia Castelo do Queijo se traduce como "una playa con un castillo de queso". Este nombre original proviene de la fortaleza Castelo do Queijo, el castillo de Oporto del siglo XVI ubicado junto al océano. En Portugal, se dice que el fuerte fue construido sobre una roca que se asemeja a un enorme trozo de queso.
La playa en sí es una pequeña franja de arena y roca que da respaldo al paseo marítimo. No es un destino de verano particularmente popular. Los turistas vienen aquí para admirar el castillo, pero solo unos pocos se quedan para tomar el sol o nadar. Los fotógrafos y los lugareños vienen aquí con mucha más frecuencia que los visitantes.
La playa es un poco "salvaje", no hay una infraestructura turística extensa, como restaurantes, bares o parques infantiles. Por eso es el lugar perfecto para todo aquel que quiera escapar de las multitudes y los calambres conocidos de otras playas de la ciudad.