La Catedral de Nuestra Señora de Braga es el principal y más importante centro del catolicismo en Portugal, principalmente porque alberga la arquidiócesis de ese país. Fue fundada en 1070 y fue construida en estilo románico, que a lo largo de los siglos se enriqueció con elementos góticos, barrocos y moriscos.
La catedral atrae a los visitantes no solo por su belleza arquitectónica, sino también por su larga historia: los orígenes de la diócesis se remontan al siglo III d.C., lo que la convierte en uno de los centros de cristianización más antiguos de la Península Ibérica. Podemos conocer más sobre la historia de la catedral y valiosos objetos relacionados con este lugar en el Museo Catedralicio.
Destaca la capilla mayor, reconstruida en 1509 por el arzobispo Diogo de Sousa. En su muro exterior podemos ver una bella estatua de la Virgen amamantando a Jesús de principios del siglo 16. En el interior, merece especial atención la capilla mayor con la figura de la Virgen María del siglo XIV o el techo del Coro Mayor.