La Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria en Roma representa el barroco italiano maduro. El templo alberga el célebre grupo escultórico realizado por Giovanni Lorenzo Bernini "Éxtasis de Santa Teresa", considerado su mayor logro. La bóveda está decorada con frescos de Giovanni Domenico Cerrini que representan "El triunfo de la Virgen María sobre la herejía" y "La caída de los ángeles rebeldes". Las reliquias de St. Victoria de Sabina y estandartes turcos ganados por Jan III Sobieski durante el relevo de Viena.
El nombre de la iglesia está relacionado con uno de los episodios de la Guerra de los Treinta Años. Se trata de la victoria de la Liga Católica sobre el ejército protestante en 1620 atribuida a la intercesión de María. Según la leyenda, en un momento crítico de la batalla, el capellán militar cegó a las tropas enemigas con una imagen de la sagrada familia, de la que se disparó un rayo de luz. Este cuadro fue llevado a Roma y colocado en la iglesia de las Carmelitas, que a partir de entonces tomó el nombre de Nuestra Señora de la Victoria.