La Basílica de Santa Cecilia en el Trastevere de Roma es la iglesia rectorial de la parroquia de San Crisógono y la iglesia titular con el rango de basílica menor. En el interior del templo, se puede admirar la estatua de Santa Cecilia de Stefano Maderno, un mosaico de San Pablo, Santa Cecilia y el Papa Pascual I, numerosos frescos de Paul Bril, Andreo Lili y Antonio del Massaro, una estatua de San Sebastián de Lorenzetto, un altar de Guido Reni que representa a San Valeriano y Santa Cecilia.
Según las leyendas tradicionales, la primera iglesia de este lugar fue construida en el siglo III gracias a la revelación de Santa Cecilia al Papa Urbano. La iglesia se amplió en 822, cuando se colocaron allí las reliquias de Santa Cecilia. El templo fue modernizado en los siglos XVIII y XIX.
Desde el siglo XVI, la iglesia está atendida por una congregación de Hermanas Benedictinas, cuyo monasterio se encuentra junto al templo.
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