Montélimar es la capital de la dulzura del sur de Francia. Desde el siglo XIX, se produce aquí el turrón, que es uno de los 13 postres tradicionales franceses. En la fábrica histórica, puede visitar el Museo del Nougatu.
La ciudad tiene raíces que se remontan a la antigüedad. Los restos de un acueducto, basílica, baños y foro se conservan aquí desde la época romana. También se desarrolló en la Edad Media como un próspero centro comercial. Fue entonces cuando se construyó uno de los monumentos más importantes de Montélimar en la actualidad, el Castillo de Adhamar. Se encuentra en una colina sobre la ciudad y ofrece un hermoso panorama de la zona.
El Centro Montélimar ha conservado gran parte de su antiguo encanto. Hay casas con fachadas decoradas en las calles adoquinadas. Los más bellos son la casa renacentista de Diane de Poitiers y el Hôtel du Puy-Montbrun del siglo XVII. La puerta medieval de St. Martín y la iglesia de la Santa Cruz, reconstruida en estilo neoclásico.
Montélimar es conocida en toda Francia por la producción de turrones y la mayor de las atracciones locales están asociadas a ella. La Fábrica y Museo del Turrón así como el Palacio de los Dulces y el Turrón son dos lugares que seguro harán las delicias de grandes y pequeños. En el primero se puede conocer toda la tecnología de producción de turrones y visitar la antigua fábrica, el segundo es una especie de parque temático inspirado en los dulces.
También hay otros museos interesantes en la ciudad, como el Museo Europeo de Aviación, el Museo de Arte Contemporáneo y el Museo de Miniaturas.
