Digne-les-Bains es una ciudad balneario provenzal bellamente situada y la capital mundial de la lavanda. En el centro se han conservado muchos edificios históricos y hay numerosas rutas de senderismo en las inmediaciones de la ciudad. También hay plantaciones de lavanda que puedes visitar.
Situado entre colinas boscosas, junto a un río, el pueblo tiene sus raíces en la antigüedad. Los romanos conocían aquí las aguas termales, pero desde la Edad Media han caído en el olvido durante muchos siglos. En ese momento, Digne-les-Bains se desarrolló principalmente como un centro de comercio y artesanía. No fue hasta el siglo XIX que volvieron las antiguas tradiciones. Fue entonces cuando se estableció un balneario que utilizaba aguas termales con una temperatura de 50 grados. Hoy en día, los baños termales de Digne-les-Bains son una de las mayores atracciones de la zona. Además de los baños terapéuticos, existen tratamientos con uso de lodos, masajes y tratamientos de regeneración biológica.
Visitar Digne-les-Bains ofrece muchas vistas hermosas. Las torres de la catedral dominan la parte histórica de la ciudad. Alrededor hay calles estrechas y empedradas con numerosos conventillos de diferentes épocas. Otras atracciones en Digne-les-Bains incluyen museos como el Museo Gessandi, donde puedes aprender sobre la historia local y una colección de arte, y el Museo Geológico. Presenta colecciones de fósiles encontrados en el área de Provenza, incluidas rocas calizas alrededor de Digne-les-Bains.
Además de los monumentos y las aguas termales, la ciudad también es conocida por el cultivo de lavanda. A principios de agosto tiene lugar aquí uno de los festivales de lavanda más grandes de la Provenza, y en los alrededores se pueden visitar muchas plantaciones de esta planta, el símbolo de la región.