Izola es un popular balneario en la parte sur de la costa eslovena. Aquí hay playas bonitas y bien desarrolladas, y la ciudad se parece a Italia en su atmósfera.
Durante siglos, Izola estuvo en la isla y fue influenciada por Venecia y, más tarde, por otros centros italianos. Cuando el nivel del agua comenzó a subir y la comunicación con el continente se hizo difícil, se construyó un asador que conectaba la isla con el continente. Hoy, la ciudad, rodeada de playas, se encuentra al final de una península con vistas al mar.
El centro histórico de Izola está situado en un promontorio con vistas al mar. Sobre los edificios hay un campanario de la iglesia de St. Maura construyó según patrones venecianos. A su alrededor se extienden calles estrechas y sinuosas con casas de vecindad góticas, barrocas y eclécticas. Entre ellos, también se pueden encontrar palacios antiguos, como el palacio rococó Besenghi degli Ughi o el Palacio Manzola, inspirado en el siglo XV veneciano.
Hay una parte nueva de la ciudad en el continente. Se compone principalmente de hoteles, pensiones, restaurantes y bares. También hay un moderno puerto deportivo para yates y playas. La mayoría son de piedra y grava, aunque también hay algunas que, según la antigua costumbre yugoslava, eran de hormigón.
La vecindad del complejo es propicia para el turismo activo. Hay muchos senderos para bicicletas y caminatas, también se pueden practicar deportes acuáticos como vela, kayak de mar y windsurf. En verano, se celebra en Izola un rally internacional de veleros y yates, llamado Isola Boat Show.