El oeste de Eslovenia incluye la costa del Adriático, los Alpes Julianos y la región del Karst esloveno. Es una región muy diversa y atractiva en términos de turismo. Hay, entre otros el famoso lago Bled y la cueva kárstica de Postojna.
Un pequeño fragmento de la costa del Adriático perteneciente a Eslovenia es famoso por sus ciudades históricas y centros turísticos bien cuidados. Su ciudad más famosa es Piran, cuya arquitectura se asemeja a Venecia. La ciudad se encuentra en un promontorio rodeado de playas populares. Koper también tiene muchos monumentos valiosos, que se remontan a la época romana. Además del casco antiguo, Izola también puede presumir de un gran puerto de yates, y Portoroz es famoso por un complejo exclusivo con precios elevados y una excelente base de alojamiento.
La parte norte de la región está ocupada por los Alpes Julianos, con el pico más alto de Eslovenia, Triglav. Es, junto con el parque nacional circundante, un destino para turistas que buscan hermosas vistas de la montaña, así como para escaladores. Los picos blancos y de piedra caliza de los Alpes Julianos se elevan sobre valles verdes con estanques de montaña. En invierno, la zona es perfecta para esquiar.
Una de las atracciones más importantes de Eslovenia, el lago Bled, se encuentra al pie de los Alpes. Hay una iglesia en su isla, y puedes ver fotos de este encantador lugar con picos nevados en cada carpeta turística.
El Karst esloveno se extiende al sur de la región. La belleza de esta zona se esconde bajo tierra. Hay más de 8.000 aski, de los cuales 20 están abiertos al público. La más importante de ellas es Postojna, que se visita junto con el vecino Castillo Predjama, y las Cuevas de Escocia, inscritas en la lista de la UNESCO. La Križna Jama con un lago subterráneo y la posibilidad de pasear en bote también es hermosa, y la cercana Vilenica es la cueva más antigua del mundo abierta a los turistas.