Biała Spiska es una ciudad bellamente situada entre Bialskie Tatras y las montañas Lewocki. Aquí se conservan muchos monumentos de diferentes épocas, y el pueblo es también un buen punto de partida para los amantes del senderismo de montaña.
La ciudad fue creada a partir de la atalaya fronteriza húngara. Es la memoria del actual distrito de Strazki. Una de las atracciones más importantes de Biała Spiska, una joya de las estructuras defensivas renacentistas, se encuentra aquí, la casa solariega Strážky.
En el período comprendido entre el siglo XV y la segunda mitad del siglo XVIII, Biała Spiska estuvo gobernada por polacos. Como resultado de la llamada promesa de Spiš, Segismundo de Luxemburgo entregó la gestión de una docena de ciudades de Spiš a Polonia a cambio de un gran préstamo de dinero. El comercio y la artesanía florecieron en la ciudad bajo la administración polaca. En ese momento, se construyeron varias iglesias que han sobrevivido hasta el día de hoy. Éstas incluyen iglesia de st. Anna y el campanario renacentista de finales del siglo 16. Entre los monumentos más valiosos y las atracciones históricas de Biała Spiska también se encuentra la iglesia de St. Antonio Pustelnik.