Chipre es una isla que se encuentra en las aguas del mar Mediterráneo, a poca distancia de las costas de Turquía y Siria. Es un destino perfecto para las vacaciones de verano, con maravillosas playas y monumentos antiguos y bizantinos muy interesantes.
Desde 1974, la isla se ha dividido en el estado independiente de Chipre, que es miembro de la Unión Europea, y la República Turca del Norte de Chipre, que no está reconocida por la comunidad internacional. La ciudad más grande de la isla, Nicosia, también está dividida en dos partes, norte y sur, separadas por una zona desmilitarizada. La comunicación entre ambas partes de la isla y Nicosia es posible a través de cruces fronterizos designados.
El sur es una parte de la isla mucho mejor desarrollada para los turistas. El balneario más importante de esta zona es Limassol, que además de playas también ofrece monumentos antiguos y medievales y numerosos viñedos y bodegas. Muchos turistas también descansan en Agia Napa, cerca de las cuevas costeras de Cavo Greco, famosa por sus playas de arena y el mar cristalino de Protaras y Larnaca. Un lugar extremadamente popular en la costa es Paphos, que además de playas también tiene un complejo arqueológico en la lista de la UNESCO. Muy cerca se encuentra la famosa Petra Tou Romiou, una roca al pie de la cual, según la mitología, Afrodita emergió de la espuma del mar.
La parte norte de Chipre tiene una infraestructura turística mucho menos desarrollada, pero puede ser un gran destino para las personas que buscan lugares que no son obvios y están alejados del principal tráfico turístico. Además de la parte turca de Nicosia, con un bazar y mezquitas de Oriente Medio, se puede ver la ciudad de Famagusta con una fortaleza medieval, las ruinas de la antigua Salamina y los castillos de montaña de St. Hilarion, Kantara y Buffavento.
