El promontorio largo y estrecho está formado por acantilados verticales de 70 m de altura. Está completamente protegido como reserva natural. Es un caldo de cultivo para numerosas especies de aves, incl. cormoranes, cuernos comunes y alcaudón negro. Hay un sendero a lo largo de él, desde el cual a menudo se pueden ver delfines fluyendo por debajo.
Hay monumentos arqueológicos en el promontorio, incluidos los restos de murallas defensivas, obras hidráulicas, baños y una residencia perteneciente a Despot Dobrotica, el gobernante del siglo XIV del principado búlgaro Despotat Dobrogea. Vale la pena mencionar que el primer asentamiento marítimo fue construido en la península por la tribu tracia de Tiris ya en el siglo IV a.C.
A la entrada del promontorio hay un obelisco relacionado con la leyenda local sobre 40 muchachas búlgaras que se lanzaron desde el promontorio a las profundidades del mar. Prefirieron suicidarse antes que caer en manos de los invasores otomanos.