Innsbruck es la capital del Tirol en el corazón de los Alpes. Es conocido principalmente como un centro de deportes de invierno, incluido el salto de esquí. Cada año acoge una de las competiciones del Torneo de las 4 Colinas. También cuenta con un casco antiguo medieval maravillosamente conservado y los palacios imperiales de los Habsburgo.
Los picos alpinos, que están cubiertos en gran parte de nieve, incluso en verano, se elevan sobre la ciudad en el valle del Inn. Esto crea un hermoso panorama y fomenta los viajes a la montaña. Las vistas alpinas también se pueden admirar desde las montañas circundantes. En algunos de ellos, como Nordkette, se han construido teleféricos, gracias a los cuales se puede llegar a una altitud de unos 2.000 metros sobre el nivel del mar en varios minutos. En invierno, toda la zona se convierte en una gran estación de esquí, donde se celebraron dos Juegos Olímpicos en 1964 y 1972.
Innsbruck no es solo deporte y montaña. Dentro del casco antiguo, con sus pintorescas casas de vecindad y numerosos restaurantes, se encuentra una de las tres residencias imperiales más importantes de Austria, el Hofburg, que presenta interiores de diferentes épocas con valiosos muebles y artesanías. Fuera del centro se puede ver el Castillo de Ambras con una colección de pinturas, muebles, armas y artesanías pertenecientes a los Habsburgo. En Innsburck, el emperador austríaco Maximiliano I está enterrado en la iglesia de la corte, y la catedral alberga las lápidas de otros miembros de la familia imperial.