La iglesia de St. James es una de las cinco principales iglesias de Hamburgo. Presenta un estilo gótico de ladrillo y es uno de los edificios medievales mejor conservados de la ciudad, a pesar de los daños de la guerra.
Un campanario, de 125 metros de altura, linda con el templo. El interior de la iglesia está lleno de monumentos, como tres altares de armario (el altar de Santa Trinidad, San Pedro y San Lucas) de finales de los siglos XV y XVI, el famoso órgano de 1693 o la pila bautismal de mármol rojo del siglo XIX.
Cabe destacar el Salón de los Dignatarios, que originalmente fue una biblioteca y luego una sala de reuniones para el clero. En las paredes de la sala hay escudos que representan a pastores y dignatarios de la iglesia del siglo 17. El interior también está decorado con pinturas en el techo, que representan alegorías de las virtudes burguesas, y pinturas de paisajes que cubren las paredes, de Johann Moritz Riesenberger.