Oradea se encuentra en las inmediaciones de la frontera con Hungría y es la puerta de entrada a Rumanía para muchos viajeros. Se trata de un antiguo centro comercial y artesanal cuyo centro ha recuperado su esplendor gracias a una reciente reforma. Es famoso por sus monumentos Art Nouveau, incluido el hermoso Pasaje del Águila Negra.
La ciudad fue fundada en el siglo XI en la ruta comercial que va de Hungría al Mar Negro. Rápidamente se convirtió en uno de los centros más importantes de la región y debido a la constante amenaza, primero mongoles y luego turcos, se construyó allí una poderosa fortaleza. Actualmente, la Academia de Bellas Artes se ubica en sus edificios rodeados de fortificaciones estelares.
Los edificios del centro de Oradea son hoy una pintoresca mezcla de edificios barrocos, Art Nouveau y eclécticos con calles anchas, un bulevar y una gran plaza central. Junto a ella se encuentra la iglesia barroca de La Luna, en cuya cima se ha colocado un mecanismo único que indica las fases de la luna.
También está el Palacio Art Nouveau de los obispos greco-católicos y numerosas casas de vecindad con fachadas decorativas. Sin embargo, el edificio más importante por el que la ciudad es famosa en toda Europa es el Black Eagle Hotel con un pasaje, donde se colocó una enorme vidriera que representa a esta ave. Todo es uno de los mejores ejemplos del estilo Art Nouveau en Rumania, y ahora hay bares y cafés en el pasaje.
La vida de la ciudad se centra en la calle que va desde la Plaza del Mercado hasta el Teatro Nacional, donde se pueden ver muchos palacios eclécticos y casas de vecindad, donde hoy en día funcionan restaurantes y cafés. También hay una gran sinagoga de principios del siglo XX en las cercanías del centro.
