La historia del monasterio se remonta a finales del siglo 14. Actualmente, el complejo incluye: una iglesia, una capilla, celdas de los monjes, un campanario y dos talleres. Desde 2005, también funciona aquí un museo, con una colección de valiosos iconos y volúmenes. El complejo está inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El interior de la iglesia fue repintado en 1806 con una mezcla de estilos rococó y barroco. Las paredes del templo están decoradas con pinturas realizadas directamente sobre madera. Representan principalmente escenas del Antiguo Testamento y el Juicio Final. Un dato interesante son los pavos reales criados en el monasterio. Por lo general, se mantienen en jaulas cerradas, pero se pueden ver mientras viajan.
La iglesia monástica fue construida en 1711 en el monte Jbar como una forma de agradecimiento a Dios por superar la epidemia de peste. También hubo un cementerio para sus víctimas. El templo fue trasladado al valle a finales del siglo 18. Según una leyenda local, los propios muertos se trasladaron a descansar en los terrenos del monasterio.