En los dos rompeolas que alguna vez protegieron la entrada al puerto, hay cómodos paseos, es decir, el actual muelle de Ustka. A la entrada del muelle, hay un monumento a la Sirena, diseñado por Michał Rosa. Se dice que poner una mano sobre su pecho tiene poderes curativos. El monumento fue creado en 2010 gracias a una recaudación de fondos y una recaudación de fondos de la comunidad.
Inicialmente, los rompeolas de Ustka estaban hechos de cajas de madera llenas de piedras. En el siglo XIX, fueron reemplazados por estructuras de hormigón armado que han sobrevivido hasta nuestros días. En los años 1938-1939 se inició la construcción del tercer rompeolas, de 1600 m de longitud, que preveía la ampliación del puerto de Ustka, que uniría por mar el Tercer Reich con Prusia. La inversión no se ha completado y sus restos se denominan el "tercer topo".
La historia del puerto de Ustka se remonta a la Edad Media, cuando se estableció aquí un pueblo de pescadores. Hasta la Primera Guerra Mundial, el puerto era el punto de comercio más importante de toda Pomerania. Actualmente, es principalmente una instalación turística. Entre los atractivos de este lugar, cabe destacar el faro abierto al público y el crucero "Dragón", estilizado como un galeón del siglo XVII.