El castillo de Liw fue construido a finales de los siglos XIV y XV en la margen izquierda del río Liwiec. Fue construido en una isla artificial en medio de zonas pantanosas y pantanosas. Defendió el cruce del río, que en el pasado marcaba la frontera entre Polonia y Lituania. La torre de la puerta y las habitaciones de la casa solariega restaurada se han puesto a disposición de los visitantes. También se han conservado los sótanos góticos de la antigua casona y algunas de las paredes circundantes.
Fue reconstruido dos veces, por la princesa Anna Mazowiecka y la reina Bona Sfora, a quienes debe su apogeo. Durante las invasiones suecas a finales del siglo XVII y principios del XVIII, fue destruida en su mayor parte. La fortaleza nunca fue reconstruida.
A finales del siglo XVIII, se construyó una casa solariega barroca de ladrillo sobre las ruinas del castillo, junto a la torre del castillo de ladrillo. Actualmente alberga el Museo de la Armería, que cuenta con una riquísima colección de armas blancas, armas de fuego y postes del período comprendido entre los siglos XV y XX.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el castillo evitó su demolición debido al engaño deliberado de los ocupantes alemanes sobre el origen teutónico del castillo por parte del arqueólogo Otto Warpechowski. Las obras de renovación emprendidas por los alemanes se interrumpieron en 1944, cuando salió a la luz la verdad histórica.