El edificio del siglo XIII fue la residencia de los piastas de Silesia hasta el siglo XVIII. El castillo a veces recibe el nombre de Wawel de Silesia, debido a su parecido con el castillo de Cracovia y su gran valor arquitectónico. Los visitantes se sienten particularmente atraídos por los claustros (iluminados después del anochecer), así como por el jardín del castillo. Desde el punto de vista arquitectónico, uno de los elementos más importantes del castillo es la puerta de entrada y el portal sobre él, que presenta esculturas de gobernantes polacos y príncipes de Silesia.
El Castillo de los Piastas de Silesia es la sede del Museo de los Piastas de Silesia, donde se puede aprender sobre la cultura y la historia de la región y la línea de Silesia de la dinastía Piast. Además, aquí se organizan varios eventos culturales.
Según la leyenda, el castillo es también el hogar del fantasma del perro Jorge II, que lamentablemente murió saltando de altos claustros.