Eindhoven es un centro industrial moderno y multicultural famoso principalmente por ser la sede de la fábrica de Philips, una de las empresas holandesas más famosas del mundo. Aunque casi no hay monumentos importantes aquí, la visita se hace más atractiva por numerosos museos y un gran ambiente.
Aunque Eindhoven fue fundada en el siglo XIII, aquí no han sobrevivido monumentos más importantes de los primeros siglos de existencia de la ciudad. Alrededor de la gran plaza del mercado y en las calles que la rodean, hay principalmente casas de vecindad de los siglos XIX y XX, a las que, sin embargo, no se puede negar su encanto. El lugar con más ambiente para caminar es el llamado distrito de arte, De Bergen. Hay muchas pequeñas tiendas de artesanía, colecciones originales de ropa y accesorios, así como galerías de arte, restaurantes y cafés.
La imagen de la antigua Eindhoven desapareció a principios del siglo XX, después de que Philips fundara su fábrica en esa ciudad. Fue aquí donde se produjo la primera bombilla en los Países Bajos y, a finales del siglo XIX, la ciudad ya contaba con iluminación eléctrica, símbolo del éxito tecnológico. Hoy en día, hay un restaurante en la antigua fábrica y las exposiciones del Museo Philips hablan de los orígenes de la Eindhoven industrial.
No es el único museo que vale la pena visitar en la ciudad. El más importante es el centro de arte contemporáneo Van Abemmuseum, que presenta obras de artistas contemporáneos holandeses y mundiales, así como colecciones relacionadas con el diseño y el arte multimedia. Los aficionados al fútbol pueden visitar el estadio del PSV y el museo dedicado a este club.