Esta extraordinaria área laberíntica está formada por unos 3.200 bojes. El laberinto tiene una única salida, a la que el recorrido tiene aproximadamente 1 km de largo, suponiendo que el visitante no se pierda. El laberinto fue construido por la Fundación Cini según el diseño del arquitecto inglés Randoll Coate. Sería un homenaje a Jorge Luis Borges, escritor porteño, en el 25 aniversario de su muerte.
En el laberinto, es imposible pasar por alto las numerosas inspiraciones de una de las historias de Borges, a saber, El jardín de los libros que se bifurcan. Mientras pasea entre los bojes, puede encontrar símbolos queridos por el autor de la historia.
El jardín tiene una superficie de 2.300 m2. Visto desde arriba, el laberinto parece un libro desplegado sobre la barandilla.