El Ara Pacis, o Altar de la Paz, es un altar de mármol erigido en el año 9 d.C. por el emperador Octavio Augusto para conmemorar el final de largas guerras civiles y la introducción de la paz (la famosa Pax Romana). Es una estructura considerable hecha de mármol blanco griego. Incluye no solo el altar de los sacrificios en sí, sino también una valla de seis metros de altura decorada con un friso que inmortaliza la procesión con motivo de la dedicación del altar. Esta y otras decoraciones --figuras alegóricas, ilustraciones de mitos sobre la historia de Roma, motivos florales-- iban a mostrar al emperador como el restaurador de Roma, asegurando la paz, la prosperidad y la felicidad.
El altar contemporáneo es una reconstrucción. Los cimientos del original ahora se encuentran en el sótano del Palazzo Ottoboni Fiano Almagià. El monumento se inauguró de nuevo con motivo del bimilenario del nacimiento de Octavio Augusto. Se colocó cerca del mausoleo que lleva su nombre. Desde 2006, el Altar de la Paz está protegido por un polémico y moderno pabellón erigido por el arquitecto estadounidense Richard Meier.