Las escaleras sagradas son 28 escalones. Están cubiertos con un forro y solo se pueden introducir de rodillas. Conducen a la capilla de San Lorenzo, donde hoy se encuentra un cuadro de Cristo Acheiropoyton, que según la leyenda fue pintado por San Lucas y ángeles. El edificio del siglo XVI está situado frente a la Basílica de San Juan de Letrán. Las escaleras fueron traídas de Jerusalén a Roma en 326 por iniciativa de Santa Elena, madre del emperador Constantino I.
Cuenta la leyenda que Jesucristo fue llevado al juicio por las escaleras de la casa de Poncio Pilato.
Pío VII, el 2 de septiembre de 1817, concedió a quienes suben las escaleras de cierta manera una indulgencia de nueve años con cada paso. Finalmente, Pío X, el 26 de febrero de 1908, concedió una indulgencia plenaria a quienes subieran devotamente las escaleras después de la confesión y la comunión.