La península de Vestfirðir es la parte más occidental de Islandia. Es una zona virgen de la civilización, llena de bahías e islotes y enormes acantilados que caen al Atlántico con sus paredes verticales.
La región es de muy difícil acceso, especialmente en invierno. En ese momento, también es muy difícil ir más lejos que Ísafjörður, que es su capital, porque las carreteras están cubiertas de nieve y es noche polar aquí durante 2 meses. Si alguien logra llegar aquí en avión desde Reykjavik, tiene la oportunidad de admirar la aurora boreal.
Ísafjörður es la capital y la base principal para los turistas de verano que visitan los Fiordos del Oeste. Se sienten atraídos por paisajes salvajes y espectaculares. El interior de la península es montañoso y los picos alcanzan los 900 m de altura. Las montañas son muy escarpadas y carecen de vegetación. Descienden al océano con paredes verticales formando uno de los acantilados más altos de Europa.
La península está muy fragmentada y su costa tiene más de 2.000 km. Aquí hay 50 fiordos más grandes y más pequeños, a orillas de los cuales puedes pasear por espectaculares rutas de senderismo. Los frailecillos, las aves más famosas de Islandia, anidan junto al mar.