Skógar es un asentamiento de tan solo 20 habitantes en la famosa carretera nº 1. Está rodeado por una de las cascadas islandesas más famosas, Skógafoss.
El nombre del pueblo significa "bosque" y se refiere al antiguo paisaje de esta zona. Ahora los árboles casi se han ido. Fueron talados para la construcción de casas y barcos. El asentamiento alberga el Museo Skógar, un pequeño museo al aire libre con casas cubiertas de césped. Puedes ver cómo era la vida en Islandia en el siglo XIX y principios del XX.
Sin embargo, el mayor atractivo de la zona son los paisajes en los que las cascadas juegan un papel importante. El río Skógaá, que es corto, pero con grandes rápidos hacia la costa, crea una serie de cascadas.
La más famosa es la cascada Skógafoss de 60 metros de altura, sobre la que se forma un arco iris en los días soleados. Más arriba, puedes subir a dos Cascadas más de cinco picos y la Cascada Cascada. Sin embargo, hay que recordar que el camino es estrecho y suele estar bastante resbaladizo.