Sauðárkrókur es una pequeña ciudad portuaria situada en el fiordo del mismo nombre. En el centro, hay algunos edificios del siglo XIX, incluida una iglesia. Desde aquí se puede realizar un crucero para avistar ballenas, y observar las aves que habitan en la costa.
La ciudad está pintorescamente situada a la orilla del mar. Antiguamente, sus habitantes, además de la pesca, se dedicaban al curtido. Hoy, en Sauðárkrókur, se puede visitar el Museo de la Curtiduría, en el que se ha recreado el aspecto de la antigua fábrica, y la Casa del Curtidor.
Los alrededores de Sauðárkrókur son muy pintorescos y tienen muchas atracciones paisajísticas. Entre ellos se encuentra una playa negra cubierta de arena volcánica y grava. La cascada Reykjafoss que desciende a un abismo volcánico causa una gran impresión. El pueblo y las áreas cercanas también son conocidas por la erradicación de fenómenos volcánicos y geotérmicos. En la propia ciudad, puedes visitar las piscinas termales de Sauðárkrókur, y fuera del área urbanizada, hay baños naturales de Grettislaug.
