Reykjavik es la capital y ciudad más grande de Islandia. Pequeña, pero bellamente situada al pie del Macizo, Esja cuenta con fragmentos de los edificios del siglo XVIII, la enorme iglesia Hallgrímskirkja y las aguas termales. En invierno, es un buen lugar para admirar la aurora boreal.
La capital es el principal centro industrial y comercial de Islandia. La ciudad fue fundada solo en el siglo XVIII, pero un asentamiento establecido por los noruegos existió casi 1000 años antes. Los monumentos más antiguos de la ciudad están relacionados con la época de su fundación y son una casa burguesa clasicista, la residencia de Viðeyjarstof en la isla de Viðey y la iglesia de Viðeyjarkirkja.
El edificio más famoso de la capital islandesa es la iglesia luterana Hallgrímskirkja, construida en la segunda mitad del siglo XX. Su torre de 73 m de altura con apariencia de pirámide de hielo es uno de los hitos más reconocibles del país. Hay un mirador en su parte superior.
También hay varios museos importantes para el país en Reykjavik, incluido el Museo Nacional, que presenta la historia del país en forma de exposiciones y presentaciones multimedia, la Galería Nacional, la Casa de la Cultura, cuyas colecciones están relacionadas con sagas, leyendas e historias de la historia de la Islandia del siglo XIV, y también un moderno Museo del Mar.
Los atractivos de la ciudad son también piscinas que utilizan aguas termales y tours de avistamiento de ballenas. En verano, el ciclismo es popular aquí, y los aficionados a esta actividad tienen varias docenas de kilómetros de senderos a su disposición. En invierno, se puede practicar esquí de fondo en la ciudad.
