La catedral católica romana de estilo neogótico de San Pedro y San Pablo con su majestuosa torre es un símbolo de la ciudad. Allí se puede ver el rico interior de la iglesia, el hermoso altar principal, así como el famoso órgano construido en 1930 por la compañía Evans and Barr.
La iglesia fue construida según el diseño de Dominic Madden en el siglo XIX para la parroquia de Ennis. Allí se celebró la primera Santa Misa en 1842, y la dedicación de la iglesia a los santos Pedro y Pablo tuvo lugar en 1843. Durante la Gran Hambruna, se detuvieron los trabajos adicionales en el edificio. Solo en 1874 se terminó por completo. En 1890, la iglesia se convirtió en la sede del obispo.
A principios del siglo XX, el edificio de piedra caliza fue renovado y luego se agregaron claustros a su estructura. En los años 70 del siglo XX se realizó una reconstrucción adaptando el edificio a las exigencias del Concilio Vaticano II. En 1996 se renovó el interior de la catedral.
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