Castillo de dover
Nombre local: Dover Castle
El castillo de Dover es un castillo del siglo XII ubicado en la ruta más corta de Gran Bretaña al continente. La colina del castillo tenía una importancia estratégica ya en la Edad del Hierro. Los romanos construyeron un faro aquí (todavía existe hoy), los sajones dejaron la iglesia de Santa María en Castro y Guillermo el Conquistador fortificó la colina. Actualmente, el castillo de Dover sirve como museo, cuyos principales atractivos son los túneles que se extienden bajo el castillo y la exposición monumental "La Gran Torre", que presenta reconstrucciones de interiores de la época de Enrique II.
El castillo debe su forma actual a Enrique II y sus hijos, durante cuyo reinado se construyeron la mayoría de los edificios de la fortaleza. A instancias de Enrique, se construyó la Gran Torre, que dio su nombre a la reconstrucción de interiores medievales. Para crear la exposición, se encargó a artesanos de diversas especialidades (carpinteros, sastres, armeros, herreros) que realizaran más de mil exhibiciones a mano; todos los artículos se hicieron con el uso de materiales y técnicas disponibles en la Edad Media.
El gran atractivo del Castillo de Dover es la posibilidad de explorar los túneles excavados en la roca a una profundidad de 15 metros. Fueron excavados durante la modernización de la fortaleza a finales de los siglos XVIII y XIX, según el concepto del general William Twiss, quien desplegó una guarnición militar en ellos. Así se crearon los primeros búnkeres subterráneos de Gran Bretaña. Fueron utilizados durante la Segunda Guerra Mundial, incl. como hospital y centro de mando para la evacuación de Dunkerque. Después de la guerra, se planeó ubicar un refugio nuclear del gobierno en túneles secretos.