Cala Mondragó es una pintoresca playa a 10 km de Santanyí. Se encuentra en una pequeña bahía, está rodeada de rocas altas y tiene solo 75 m de largo. Su arena blanca y suave contrasta con el agua azul cristalina y tranquila. Desde 1992, tiene la condición de parque natural protegido.
La playa ha sido galardonada con la prestigiosa insignia de Bandera Azul, lo que confirma su limpieza y la calidad de los servicios que aquí se prestan, aunque estos últimos se reducen al mínimo. Hay baños y alquiler de tumbonas y sombrillas, pero no duchas. También hay dos chiringuitos en la temporada de verano y varios restaurantes cercanos. Es un buen lugar para familias con niños y personas que buscan unas vacaciones tranquilas lejos del ajetreo y el bullicio de los populares centros turísticos.