Jerez de la Frontera es un pueblo de la Costa de la Luz y es famoso por el mejor jerez de España, espectáculos de flamenco y "caballos bailarines andaluces". También hay valiosos monumentos de la época del dominio morisco.
El asentamiento en el lugar de la ciudad actual ya existía en época fenicia y luego romana. Durante las migraciones de pueblos se convirtió en un importante castillo. En 711, en el cercano río Guadelete, los visigodos sufrieron una derrota a manos de los moriscos, que acabó con la existencia de su país en estas zonas. Tras la Reconquista, Jerez de la Frontera se convirtió en un importante centro comercial, y en los siglos siguientes se desarrolló aquí la producción de jerez.
El monumento más importante de la ciudad es la Catedral de Jerez, construida en el siglo XVII en el lugar de una antigua mezquita y una iglesia románica. Junto a él hay un antiguo alminar, que es una de las evidencias de la presencia de árabes en estas zonas. El segundo es el Alcázar de Jerez, el palacio de los gobernantes provinciales árabes. También hay muchas iglesias históricas y casas de vecindad en el casco antiguo.
Los turistas que llegan a Jerez de la Frontera, además de visitar los monumentos, también disfrutan de los atractivos culturales de la ciudad. Los más famosos son los espectáculos de "caballos bailarines andaluces". Aquí funciona la escuela de equitación Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre, que entrena caballos andaluces, criados en la cartuja de la localidad. Los espectáculos reúnen a decenas de espectadores y se asemejan al ballet. La ciudad es conocida como uno de los centros flamencos más importantes de Andalucía. Existen numerosas escuelas de este baile, y los espectáculos de flamenco se pueden ver tanto en auditorios, bares como en las calles.