El complejo del palacio de Medina Azahara es una ruina abierta a los visitantes. La instalación ocupaba un área de 112 hectáreas y constaba de tres partes adosadas. Gracias a la reconstrucción, es posible imaginar la grandeza del interior del palacio, en particular la sala del trono. Había habitaciones para miembros de la familia real, salas representativas, patio, mezquita y baños. Había piscinas, fuentes, un aviario, un zoológico y estanques de peces en los espaciosos jardines del palacio.
El palacio fue construido en el siglo IX por orden del califa árabe Abd ar Rahman III para simbolizar el poder del estado árabe. Sirvió como asiento real. En el siglo X, el palacio fue saqueado y destruido por las tropas bereberes. Los restos del palacio fueron encontrados en 1911, luego excavados y explorados, así como parcialmente restaurados.