Torres Romanes en Barcelona consta de dos torres altas, que forman parte de una muralla histórica de la época romana. Se pueden admirar en Plaza Nueva, provienen del siglo IV, fueron reconstruidas en el siglo XII. Se erigieron alrededor de una de las puertas de entrada a la ciudad, en el Portal del Bisbe (Puerta del Obispo). Las fortificaciones se inscribieron en el registro de monumentos.
La muralla de la ciudad estaba hecha de piedras, su espesor era de 3,5 a 9 metros, mientras que el perímetro era de 1,5 kilómetros. Los fragmentos que han sobrevivido hasta el día de hoy son los restos del asentamiento de Barcino, que se construyó en el lugar donde hoy se ubica el barrio más antiguo de la ciudad, Barri Gòtic.
Los romanos llegaron a estas áreas en el año 15 aC Los primeros muros se construyeron en el siglo I, pero no protegieron de manera efectiva contra las invasiones de tribus extranjeras. Fueron fortificadas en el siglo IV, el espacio entre las dos paredes se rellenó con piedras y argamasa.