La Casa de l'Ardiaca en Barcelona es una antigua residencia de un archidiácono construida sobre los restos de las murallas romanas de la ciudad. Destacan: un buzón tallado en mármol, decorado con imágenes de golondrinas y una tortuga, y un patio con una fuente neogótica.
La Casa del Archidiácono fue construida en el siglo XII y es famosa por su forma característica y variada. La fachada está influenciada por los estilos gótico y renacentista. Actualmente, es la sede del archivo histórico de la capital catalana.
La forma actual del edificio se dio en el siglo XV. Es de este período de donde proviene la columnata, que tras la ampliación del siglo XIX se convirtió en un patio interior. Se pueden admirar coloridos mosaicos con motivos florales, mientras que en el punto central, junto a la fuente, hay una palmera, que se eleva por encima de los muros y es claramente visible desde el exterior.