Terchová es un pueblo turístico de montaña situado en la desembocadura del valle de Vratna en Mala Fatra. Es un excelente punto de partida para el turismo activo, el senderismo por la montaña en verano y el esquí alpino y de fondo en invierno.
La ciudad ya existía en la Edad Media y era el centro de carpintería local. Ya en el siglo XVIII, operaban aquí una docena de aserraderos accionados por ruedas hidráulicas. Desafortunadamente, los edificios antiguos no han sobrevivido hasta nuestros días, porque al final de la Segunda Guerra Mundial todo el pueblo fue incendiado por los alemanes.
Juraj Janosik nació en Terchova en 1688, protagonista de muchas historias, leyendas y recientemente también películas. Comúnmente se considera un símbolo del "buen" ladrón que se llevó a los ricos y distribuyó la riqueza a los pobres. Como homenaje a Janosik, en 1988, en la entrada del valle de Vratna, se erigió un enorme monumento de chapa de acero.
El principal atractivo de Terchova son los paisajes y la naturaleza locales. El pueblo está ubicado en el borde del Parque Nacional Mala Fatra, que es conocido por sus pintorescas vistas a las montañas, rocas y rutas de senderismo bien preparadas. Un destino de excursión popular es el desfiladero de Janosikove Diery, donde se camina a través de túneles excavados en las rocas y se sube por escaleras.
