Situado en la confluencia de tres cadenas montañosas, Wielka Farta, los Bajos Tatras y las Montañas Minerales de Eslovaquia, Banska Bystrica es un antiguo centro minero y una ciudad histórica de gran importancia turística. En su centro se conservan edificios barrocos y varias iglesias interesantes.
Su ubicación en una depresión montañosa hace de Banská Bystrica una buena base para practicar senderismo por la montaña. Aquí convergen rutas que conducen, entre otras, a las regiones más altas de Velka Fatra y los Bajos Tatras. También está cerca de la famosa estación de esquí Jasna-Chopok.
La ciudad fue fundada en el siglo XII, pero los rastros de asentamientos y trabajos mineros aquí se remontan a la Edad de Piedra, la Edad del Bronce y la época celta. En la Edad Media, la ciudad pertenecía a los tres centros mineros más ricos de Eslovaquia Central, y aquí se extraían principalmente oro y cobre.
Banská Bystrica fue también un importante centro comercial con el privilegio de organizar ferias. Hoy, un recordatorio de este esplendor es la Feria Radwa celebrada a principios de septiembre, durante la cual decenas de miles de visitantes llegan a la ciudad. En ese momento, aquí se venden artesanías populares y productos alimenticios tradicionales.
El centro de la ciudad es una gran plaza rectangular rodeada de casas de vecindad barrocas. Al final se encuentran los restos del antiguo castillo de la ciudad en forma de barbacana. Sobre él se encuentran las torres del Antiguo Ayuntamiento y la Iglesia románico-gótica de la Asunción de la Santísima Virgen María. En la plaza del mercado, la característica dominante es la fachada de dos torres del barroco St. Francis Xavier.
Para los eslovacos, Banská Bystrica es también un símbolo de la lucha por la independencia. En 1944, estalló aquí el Levantamiento Nacional Eslovaco contra Alemania. Hoy, esto lo recuerda un mausoleo en forma de corazón, un gran monumento y un museo con una exposición de artículos militares.