Zipaquirá es un pueblo que ha conservado el casco antiguo de la época colonial. Sin embargo, es conocida principalmente por la llamada Catedral de Sal, que fue tallada en el socavón de la mina de sal que se encuentra debajo de los edificios.
En la época precolombina hubo un gran asentamiento indígena en estas zonas. La ciudad fue fundada a principios del siglo XVII por los españoles, y poco después se descubrieron los depósitos de sal locales. Las minas proporcionaban no sólo empleo, sino sobre todo altos ingresos. Hoy, uno de los mayores atractivos de Zipaquirá es la Catedral de Sal, que se encuentra en los corredores de las salineras. Bellamente iluminada, parece una tierra de cuento de hadas y atrae a muchos turistas cada año.
El turismo en Zipaquirá cubre principalmente el centro histórico. Su corazón es la monumental St. Trinidad y San Anthony con un interior ricamente decorado. Su barrio está lleno de lindos edificios coloniales, calles empedradas y plazas. También hay muchos restaurantes y bares en la zona, y toda la ciudad es conocida por su animada vida nocturna.
Puedes conocer la historia de Zipaquirá y sus alrededores visitando el Museo Arqueológico de Zipaquirá con sus grandes colecciones de la época precolombina.