La extensa playa tiene más de 2,5 km de largo y 100 m de ancho. Está cubierto de arena suave y dorada que, combinado con un suave descenso y agua limpia, lo convierte en un lugar perfecto para familias con niños. La playa se divide en dos partes, una de las cuales está custodiada por socorristas durante la temporada y la otra permanece salvaje.
Hay instalaciones sanitarias (baños y duchas) en la playa. Allí se puede alquilar material de playa y utilizar el vestuario. Cerca hay bares, restaurantes y un aparcamiento de pago. También hay un camping en las inmediaciones.
La playa está rodeada por el bosque de álamos del que toma su nombre: "kavak" significa álamo en turco. A lo largo de ella también corre una franja de dunas blancas, que están protegidas desde 1985.