La vasta cueva kárstica tiene 2.442 m de largo, lo que la convierte en una de las más grandes de Bulgaria. La entrada tiene 35 m de ancho y 30 m de alto. A unos 40 m de la entrada hay un amplio vestíbulo, y detrás de él hay dos ramales de la galería principal. Un arroyo fluye y en el otro se pueden ver pintorescas estalactitas y estalagmitas.
En la sala principal se han encontrado numerosos rastros de presencia humana que se remontan al período neolítico. Actualmente se conservan en la colección permanente de la sucursal local del museo en Lovech. Al visitar la cueva, también vale la pena prestar atención a las dos grandes aberturas por las que entra la luz del sol, creando una vista pintoresca.
La cueva es uno de los tres refugios de murciélagos invernantes más importantes de Europa. La colonia que pasa el invierno consta de más de 35.000 individuos de diversas especies. Los murciélagos de 14 especies viven allí durante todo el año, incluidos 4 inscritos en el Libro Rojo de Especies en Peligro.