Wels es una ciudad con raíces antiguas y muchos monumentos interesantes. En el centro histórico, hay una antigua edificación, presidida por la iglesia del pueblo y el castillo imperial.
Los orígenes de la ciudad se remontan a la época romana, y el entonces Ovilava era uno de los centros más grandes de esta parte del Imperio. Fue destruido como resultado de las invasiones de tribus germánicas, y Wels se fundó sobre sus ruinas. Floreció a finales de la Edad Media y el Renacimiento, y sus monumentos más importantes datan de esa época.
El principal atractivo de Wels son los edificios bien conservados del casco antiguo. En su parte central hay un mercado con casas de vecindad de diferentes épocas. También hay una iglesia de St. Juan el Bautista y el castillo imperial renacentista. El antiguo monasterio franciscano alberga el Museo Arqueológico con monumentos de la época romana. Durante su visita a Wels, no se olvide de los restos de las murallas de la ciudad con la torre Lederer y el palacio de agua del siglo XIX.
La ciudad también tiene muchas atracciones familiares que atraen a personas que viajan con niños. Éstas incluyen Wels Zoo, Welio Science Center y Welldorado Water Park.